miércoles, 18 de abril de 2012

Shenanigans amorosos. Parte 2

Algunos meses después, mientras seguía tratando de olvidar la vergüenza fue el cumpleaños de mi buen amigo Hugo (si, el mismo del post anterior) y en ese festejo de cumpleaños fue que encontré a mi siguiente crush.


Luis era de nuestra misma edad (normalmente los amigos de Hugo eran mayores) y me pareció lindo cuando lo vi, claro que para mi el hecho de que estudiara en otra escuela equivalía a que viviera en otro país, ese día me enfoque en pasarla bien, hablar con el, y soportar a otro amigo de Hugo que se me hizo muy molesto… Y entonces un par de semanas después… 


 Daniel es el nombre de ese amigo molesto de Hugo, francamente en ese momento la noticia no me agrado ni un poquito, y me dio mucha gracia leer ésta parte donde hacia drama al respecto porque… ese wey sería mi primer novio en un futuro lejano jaja.


 ¿Qué puedo decir? Era joven, seguro que ustedes lo entenderán. Volviendo a lo nuestro, aunque fue emocionante saber que el me había llamado, en caso de que llamara de nuevo yo no estuve en mi casa, mantener la calma fue fácil ya que no lo veía diario como a los de mi escuela.
Pero un día en la escuela, me llamaron para decirme que me iban a mandar a un curso a la presidencia municipal, para prepararme para un foro sobre los derechos de los niños (que ñoña ¿no?), aunque claro no iba a ir sola, creo que mandaron a 2 o 3 alumnos por cada grado, y también iban a asistir al curso alumnos de la otra secundaría… ¿Adivinen quien llego?


 El curso duro varias semanas y aunque yo era muy tímida y callada, fue genial porque todos eran muy amables conmigo, sentí que encajaba por fin con gente de mi edad, y siempre recordare ese curso como uno de los (pocos) mejores momentos de la secundaría, y no sólo porque también estuviera Luis ahí, incluso sin el hubiera sido genial.


 Ese día antes de ir a la tienda yo dije “Dile de una vez” supongo que era mi famosa falta de sentido común actuando… Pero con mi sabiduría del futuro les informo que ese día Navida* se le declaro a Luis. Al terminar el curso nos regalaron rosas, menos a el porque el sólo iba a acompañar a su hermana y no era realmente parte del grupo.
*No recuerdo si realmente se llamaba Navida, pero así lo escribía.


Esa noche bailamos a pesar de que no sabíamos bailar y fue entre romántico y awkward, unas horas después llegó Navida y llamó a Luis, se la pasaron sentados hablando el resto de la noche, no le tome mucha importancia porque ninguno se veía muy alegre al respecto, y como había otros chicos del curso me seguí divirtiendo hasta que fueron por mi.



Yo recordaba haberme enterado en otro momento y les cuento que la historia no acaba aquí, así que manténganse al pendiente de la tercera y ultima parte de los shenanigans amorosos de mi juventud.


domingo, 8 de abril de 2012

Shenanigans amorosos. Parte 1


*Shenanigans: (aunque tiene varias definiciones, la que me sirve ahorita es la siguiente) Aventuras de naturaleza graciosa o tonta.

El otro día mientras ordenaba unos cajones encontré mi diario de la secundaría.
Me arme de valor para hojearlo, temiendo que fuera demasiado vergonzoso… y lo era, pero había varias partes graciosas.

Siempre recordare la secundaría como la peor época de mi vida, y no me cansare de repetirlo, sin embargo me sorprende lo positiva que era incluso en esos tiempos. Era como leer una comedia, era como agridulce… cosas que quizá deberían hacerte sentir mal pero en realidad te dan risa.

Al parecer siempre he llevado un registro de mi vida, siempre me ha gustado escribir (y dibujar) las cosas que me pasan, y a pesar de que mi vida no tiene nada particularmente diferente o interesante de la de cualquier otra persona, honestamente creo que es entretenida, y no lo digo porque sea mi vida.
Creo que incluso en ese entonces, si hubiera conocido los blogs hubiera hecho uno, redactaba como si se lo contara a alguien más.

Empecemos:

En la primaria sólo había un salón por grado y en mi salón sólo éramos 12 alumnos. En esos tiempos tenía un interés intermitente entre dos de mis compañeros, pero creo que realmente no me gustaban de una forma amorosa en toda la extensión de la palabra.


Mi interés por ambos dependía de que tan divertido era ir a jugar con uno o con el otro, recuerdo que en esa etapa de mi vida, definía los besos como “un intercambio de microbios”.


El cambio a secundaria fue muy drástico, pasé de tener 11 compañeros, a tener 46 y por cada grado había unos 8 salones (todos con más de 40 alumnos). Ahí es donde había variedad.

 Ese chico era del tipo “callado y misterioso”, las pocas veces que recuerdo verlo con gente era cuando estaba con el grupito de su prima (que iban en tercero). Un día me entere que se había hecho novio de una niña que me caía muy mal (ya ni siquiera recuerdo porqué) y escribí “ojalá no sea como ella”, sin embargo, ahí murió el interés.

*DDR: dance dance revolution, unas maquinas de baile.
Las coincidencias eran muchas, ese muchacho detono mi fangirl interna.
Su nombre era como el de la lechuza de Harry, sus lentes eran redondos como los de Harry, y aparte era alto, güero, cabello castaño oscuro; me había sacado la lotería (o eso creía).


 …En realidad lo escribí con algo de metal en la madera del marco (pero por fines gráficos lo puse en el espejo), pero eso es vandalismo niños, no sigan mi ejemplo.
Creo que estaba loca, no sé porque rayos hice eso… Pero ya llevaba rato stalkeandolo y parecía una buena oportunidad al estar el baño libre de hombres.
Recuerdo que andaba cerca de ahí cuando el Polibos llamo a Edwin y le dijo “wey ven a ver esto” y el se puso rojo al ver el espejo. (desde afuera podías ver los lavabos).


Creo que fue el primer rechazo que me dolió, Polibos siempre me había dado alas contándome cosas de Edwin, me ilusioné demasiado y entonces me dolió más cuando no tuvo la cortesía de decirme “pues no me gustas” en su lugar se deshizo de mi cartita y me ignoro de ahí en adelante.

Por hoy terminare la entrada aquí, vuelvan eventualmente para la continuación de los shenanigans amorosos de mi juventud.