jueves, 22 de noviembre de 2012

El viaje al Festo


En noviembre, los moneros salen de sus madrigueras y emprenden largos viajes al centro del país, a la capital de todo lo que es bueno: El DF, donde se reúnen, conviven y comparten sus creaciones con aquellos locos que gusten de leerlas… Eso es el Festo cómic, y este es mi relato de lo que hice ahí.

Tardé 2 horas en llegar a Puebla donde me encontré con Albert y emprendimos el viaje decisivo al DF, el viaje fue más ameno con compañía, aunque quizá no tanto para Albert que se moría por ir al baño.
Al llegar y después de que su alma descansara nos vimos con Truz, Joram y Nifel en el metro y primero que nada nos dirigimos al hostal donde le haría mal tercio a Truz y Nifel. Hasta ahora yo había pensado en el hostal como un lugar escabroso e inseguro… quedé sorprendida al llegar por lo bonito que se veía y aparte que estuviera lleno de extranjeros bonitos, sin duda fue muy alentador. Entonces Joram tomo lugar como nuestro guía y nos llevó a la linea del metro donde Nifel ya no podía soportar más la espera.


En el Festo compramos, platicamos y nos divertimos, conocí a gente en vivo como Railer y Miquixtli, y también pude ver a gente que ya conocía pero igual de genial como Mario, Jimena, Beli, Don Luis y muchos más. Nifel y yo nos armamos de valor para darle un mini comic a Jorge Pinto, quien se porto bien amable y genialoso con nosotros que somos unos pobres n00bs. Don Luis nos obsequio uno de sus comics a Vanne y a mi =D. Después de comprar todo lo que pudimos nos fuimos a un apacible rincón en la fuente a leer nuestro botín como los ñoños que somos.


Y en nuestra ultima ronda en el festo nos quedamos un buen rato platicando con Ale, Axur y Mario, en una acalorada conversación sobre pescados.

*Lo de pescado muerto viene de este comic

Ya de vuelta en el hostal subimos a dejar nuestras cosas, y al abrir las puertas fuimos "recibidos" por la mirada indiferente de Thor, el dios del trueno. Escogimos nuestras camas (de las que estaban disponibles) dejamos todas nuestras cosas (porque un dios nórdico y el otro muchacho no tenían el "tipo" para interesarse en robar pijamas o libritos) y bajamos a cenar, en donde nos quedamos platicando hasta que empezaron a limpiar (técnicamente nos corrieron).


Comida china underground

Al día siguiente había quedado de verme con Mars y Ross (¡a los que no había visto en un año!) y ya que Nifel, Mars y yo soliamos jugar en linea con nuestro cuate Batuh, pues me los lleve también al meeting. Mars nos dijo que lo vieramos frente a una panaderia… No vimos ninguna. Su panadería decia "pasteles, tortas y pollos" pero no pan… Tenía tanto tiempo que no veia a Mars que apenas y lo reconocí.

Mars nos llevo a traer a Ross a la UNAM, nos contó que Ross va a clases de escalar, y que Ross es como Altair (de assassins creed) sólo que con una cuerda de seguridad… Más tarde Ross nos diría que en realidad el es Batman, yo sólo puedo decir que conozco gente mágica. Mi sorpresa fue que al llegar, vi que Ross escala sin zapatos y ¡en formaciones rocosas de verdad!

En el lugar indicado nos encontramos con la Mistica Moca y Maggy, todos estábamos muy confundidos acerca del procedimiento para comer, ya que el lugar era un súper mercado y no se veían en ninguna parte mesas o comida preparada. Pagamos la comida y una viejita nos llevo secretamente por la calle hasta llegar a una casona vieja de piedra, adentro se podía vislumbrar la alegría de una sala llena de asiáticos felices. Pronto también nosotros nos atascábamos de comida felizmente.

Entonces Moca nos pregunto qué era el Festo:


Fue una tarde muy divertida, pero yo tenía que correr porque Albert iba a esperarme en la TAPO y mis papas ya no me dejarían volver al DF si llegaba muy tarde. El viaje fue muy tranquilo y Albert estaba preocupado porque alguien lo reconociera en el autobus o en la terminal de puebla: Había dicho que estaba enfermo para poder faltar a su trabajo e ir con nosotros al festo, y lo más divertido fue que al día siguiente salimos en el periódico.

Ahora, un par de días después del evento no puedo evitar sentirme un poco triste (recordando que vivo lejos de la civilización y de todos mis amigos), a decir verdad el Festo no es tanto lo que espero cada año… sino el hecho de poder convivir con amigos que tienen el mismo gusto que yo por hacer monitos, y convivir con gente pro y genial que admiro mucho. Espero que este evento dure muchos años más.

*Ups, había olvidado poner la foto del botín.