domingo, 1 de julio de 2012

Quejas sobre ser mujer

Bueno, aclaremos primero que no tengo nada en contra de ser mujer, me encanta ser mujer y todo eso, oh si la vida es bella, etc, etc. Sin embargo, si me conocen, y a estas alturas probablemente lo hacen porque leen mi blog, saben que soy una persona extraña, como muchas otras criaturas del internet.
Pero bueno, vayamos al grano.

Hablemos de boobies.

 Todo el mundo dice que “Todos aman las boobies” seas hombre, mujer, las boobs parecen ser del agrado universal y quizá su encanto solo puede ser aludido por gays y por mi. “¡Pero Viri, tu tienes boobies!”, en efecto queridos lectores, desafortunadamente las tengo, quizá si me conoces en vivo ahora piensas “¿De qué te quejas? Ni siquiera son grandes D=” Pues no, no lo son, pero… si hubiera podido decidir las magias de mi genética y mi desarrollo: Sería más plana que una tabla. ¿Por qué?

Brasieres D=.
 Recuerdo que estaba en primaria cuando me compraron mi primer corpiño… También recuerdo que mi mamá me obligaba a ponérmelo (porque lo odiaba, era muy incomodo) y tan pronto llegaba a la primaria, iba al baño a quitármelo y lo guardaba en mi mochila. Dudo que alguien se diera cuenta alguna vez, en esos tiempos seguía tan plana como lo había estado todos los años anteriores.
En secundaría ya no me quedo de otra más que usarlo…y desde entonces, y para siempre, tendré que usarlos para combatir los terribles maleficios de la gravedad.
Y maldigo a las normas sociales por no poder andar por la vida sin un brasier, y es que seamos honestos, eso llama mucho la atención y muchas veces da pena ajena ver cosas sacudiéndose por ahí… No estamos acostumbrados a esas cosas.
Quizá sólo si las tienes pequeñas puedes disfrutar de la vida sin que nadie note la diferencia, benditas sean ustedes (aunque quizá ustedes no lo crean así, por algo ronda un video en los interlols con una niña llorando por ser copa A).

Bello, bello en todas partes.
 Otra cosa odiosa es que no podemos andar peludas como los hombres, todas las mujeres tienen bello facial pero muchas tienen el privilegio de tener el cabello claro y que no se les note.
Yo soy peluda, es horrible… y es más horrible que siempre se me olvida lo más esencial: quitarme los bigotes.
Muchas veces me ha pasado que en medio de “algo importante” se me ocurre ir al baño y verme en el espejo y entonces… los veo O___O y a partir de ese momento, sé que están ahí y su presencia me incomoda el resto del día porque sé que todo el mundo lo noto… nah no es cierto, si de verdad me incomodara todo el día, al día siguiente no tendría porque pasar lo mismo (y siempre pasa).

Las temibles faldas.
  
La gente que me conoce me insiste todo el tiempo en que use faldas o vestidos, la única razón es que saben que no me gustan, muchas mujeres andan en falda todo el tiempo, en todos lados, pero a nadie le importa (bueno si tienen buena pierna supongo que si), si yo usara falda tampoco le interesaría a nadie, porque sería normal.
Pero el punto es que no tengo mucho que decir en contra de las faldas, recuerdo que mi falda de secundaría era muy cómoda, simplemente no me gusta, no me gusta llamar la atención, yo sé que no soy acá muy bonita pero traer falda suele incitar a la gente a que se te quede viendo o a que te chifle y no me gusta ese tipo de atención, ese tipo de cosas me incomodan y me hacen sentir insegura… Además creo que ya estamos muy claros en que odio depilarme, y depilarme las piernas es mucho trabajo, así que déjenme en paz, ¡ustedes saben quienes son!.

La piel perfecta.

Esto no es en realidad una queja, más bien es… una revelación que tuve con el tiempo (y no, no les voy a decir cómo tener la piel perfecta).
La piel perfecta es real, ¡si existe pero sólo la tienen los bebes y los niños antes de alcanzar la pubertad; a lo que voy es que cuando era más joven me preguntaba cómo le hacían las actrices, modelos, y niñas bonitas de la escuela para tener una piel lisa y que ni siquiera se les vieran los poros.
Recuerdo que fue en prepa cuando por primera vez note la diferencia que hacían esas madres: Eran como cuarto para las ocho cuando llego una de esas compañeras que se ven unos 3 años mayores de lo que son, no precisamente la más bella del salón… y bueno, ese día era incluso menos agraciada que otros días, recuerdo no poder contener mi mirada de horror al notar la cruel diferencia de su apariencia contra el día anterior.
No estoy segura de si el maquillaje tendrá una trampa, que cuando dejas de usarlo te hace ver aún más horripilante de lo que eras antes…  o simplemente es que te acostumbras a ver una piel lisa y luego ¡BAM! Todos los poros y puntos negros y vete a saber que más están ahí pa’ que todo mundo los vea.
Recuerdo que ese día todo mundo le pregunto que si estaba enferma y ella decía “es que no me dio tiempo maquillarme”.
Yo no uso maquillaje, más que delineador y creo fielmente en la política de “lo que ves es lo que tienes”. Nada de ilusiones y magia barata de la cenicienta que al día siguiente se esfuma con un Puff y despiertas con un monstruo horrible a tu lado.
Mi consejo para ustedes es: Si usan maquillaje, es un contrato de vida, no queremos verlas sin el después porque es un espectáculo horrible para todos.
(Tan sólo miren lo que me pasó Milly)

Por ultimo, me despido.

Quizá a estás alturas necesito recordarles que me gusta ser mujer, y aunque probablemente mi vida sería muchísimo más fácil siendo hombre, estoy segura de que ser hombre no es siempre un lecho de rosas (recordemos la vergonzosa adolescencia donde se les paraba a la menor provocación y luego andaban enseñando sus miserias por la secundaría) pero en ese tema yo no soy ninguna experta. Espero que les cayera en gracia, porque mientras escribía yo me estaba atacando de risa.

Ps. No uno, sino tres muchachones se inspiraron de esto para quejarse sobre su genero =D: 
De lo malo de ser hombre por Albert
Lo difícil de ser yo por Railer
De ser hombre por Nifel